sábado, 4 de abril de 2015

Movimientos migratorios por la ZEPA nº139.

Uno de los mayores motivos de admiración que tenemos hacia la naturaleza son los movimientos migratorios de los seres vivos, especialmente en lo referente a los grandes mamíferos y a las aves, aunque no podemos olvidarnos de determinados casos en insectos, peces o reptiles.
Históricamente, intentando dar explicación a la desaparición y aparición de estas especies de aves migratorias en determinadas épocas del año se propusieron diferentes teorías, como por ejemplo que hibernaban como si de osos pardos se trataran. Una vez descubiertos los procesos migratorios el campo de investigación se amplió considerablemente: había que descubrir hacía dónde se dirigían tras pasar un periodo en nuestras zonas y qué lugares atravesaban para ello, así como saber la causa mueve a estos animales a iniciar un periplo de miles de kilómetros, eso sin olvidarnos el intento de comprender la fisiología de la migración y conocer el factor primario que desencadena todo ello. Son estudios que continúan y continuarán durante muchos años más.

Pero el motivo de esta entrada no es hablar sobre la migración en general, si no de la percepción que tenemos en la ZEPA nº139 Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares. En este espacio protegido se observan especies como avutarda común, sisón común, aguilucho lagunero occidental, ganga ortega, y especies migratorias como cernícalo primilla, aguilucho cenizo y aguilucho pálido. 
En cambio, no voy a hablar de éstas, si no de las que tendremos mayores posibilidades de observar durante los pasos migratorios (según mi experiencia personal), ya sea antes de la época reproductiva (paso pre-nupcial) o después (paso post-nupcial), y que durante otras épocas sea difícil, por no decir imposible, encontrar.

Vamos a comentar con una especie otrora nidificante en gran parte de Europa, incluyendo España, hasta posiblemente mediados del siglo XX. Se trata de la grulla común (Grus grus) cuya zona de reproducción más importante en la actualidad se extiende en una franja desde Escandinavia hasta el este de Siberia. En España se trata de un ave invernante, regular en cinco comunidades autónomas (Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía). Sin embargo, en otras como es el caso de la Comunidad de Madrid no invernan, pero sí esperamos año a año verlas durante su paso migratorio, bien sea en vuelo o descansando en algún embalse.
En el espacio que nos ocupa, generalmente las vemos surcando nuestros cielos en dirección suroeste durante el paso postnupcial o en la dirección contraria en el paso prenupcial, aunque con un poco de suerte algún grupo puede llegar a aterrizar en los llanos.
En el paso postnupcial las comenzamos a observar hacia la última semana de octubre, siendo más intenso durante noviembre, aunque se puede llegar a extender hasta diciembre e incluso ver a algún grupo a principios de enero. En estas fechas generalmente nos encontraremos unas pocas decenas de ejemplares con su característica formación en V mientras escuchamos sus trompeteos. Eso si no rompen la formación para aprovechar una corriente térmica para ascender. No debería resultar complicado encontrarlas en diferentes puntos de la ZEPA, aunque yo prefiero irme al entorno del río Torote, ya que es donde siempre he tenido más posibilidades de verlas.

Al contrario de lo que ocurre en el paso postnupcial, en el prenupcial parece que se extiende menos en el tiempo pero a su vez es mucho más espectacular cuando se da con alguno de estos grupos. Así, este es uno de los momentos más esperados del año, cuando cientos de ejemplares se encuentran volando juntos, en aparente desorden. Como datos de interés, el 22 de febrero de 2014 llegué a contabilizar 1985 ejemplares, mientras que un año antes fueron 1035 y eso que no pude recontar muchas más de las que vi en el campo.

Así, observarlas volando no es complicado, pero verlas posadas por este entorno sí que lo parece. Pues bien, según el Anuario Ornitológico de la Comunidad de Madrid (AOM, publicado por SEO-Monticola para los años 1996 a 2008) tenemos una cita de 52 ejemplares el día 11 de noviembre de 2000, alimentándose en un campo de cereal en Meco, además de 2 individuos posados cerca de una charca temporal el día 2 de marzo de 2003 también en Meco. Hay otras citas que no están tan claras, ya que en este anuario para la grulla común se consideran todas las citas para aves posadas, fechas extremas y de invernada para aves en vuelo migratorio.
Con datos propios, puedo indicar que en una ocasión observé un grupo familiar (2 adultos y 1 juvenil) descansando una mañana en un campo de cereal. En otra ocasión, cuando las lluvias arreciaban y la luz se ponía, un grupo de 45 ejemplares bajaba rápidamente al suelo, proceso que me ocultó una loma por lo que no puedo decir que tal hecho ocurriera con seguridad. Sea como sea, no parece fácil dar con grullas posadas por la zona, aunque no descartaría que haya más observaciones de las mismas, y otras de las que ni siquiera tengamos constancia.

Grullas comunes en paso prenupcial (22-02-2013)

Por asociación, aunque no pertenezcan al mismo Orden, continúo con la cigüeña negra (Ciconia nigra). En España sí contamos con efectivos reproductores de esta especie, aunque sean unos poquitos. Éstos se sitúan en el cuadrante suroccidental (suroeste de Castilla y León, suroeste de Madrid, Extremadura y Sierra Morena). Tras reproducirse, inician su viaje migratoria hacia África Subsahariana, aunque unos pocos ejemplares del contingente europeo y español no cruzan el Estrecho de Gibraltar y se quedan en zonas como las Marismas del Guadalquivir, ciertos lugares de Extremadura y Andalucía o en el Valle del Tiétar (Toledo).
Por ello, en la ZEPA nº139 tenemos una situación similar al de la grulla común, ya que a la cigüeña negra la veremos especialmente durante el paso migratorio.  El criterio seguido en el AOM para esta especie son cifras importantes, fechas extremas e invernales, citas de interés. En el mismo, para la zona tenemos 17 ejemplares el día 17 de marzo de 2007 en Fresno de Torote, 1 ejemplar que sale volando desde su posición en Daganzo de Arriba el 4 de abril de 2005, y 2 ejemplares posados el 15 de septiembre de 2002 en Talamanca de Jarama. Así, existen citas, aunque sean pocas, de ejemplares durante el paso pre y postnupcial. Personalmente, cuento con 2 citas de ejemplares en vuelo, en un caso 49 cigüeñas negras el día 20 de septiembre de 2012 y 5 el día 25 de septiembre de 2014.
De esta forma, poco puedo comentar sobre esta especie en la ZEPA nº139, aunque con un poco de suerte en las fechas idóneas (segunda mitad de septiembre, o finales de marzo y principios de abril), es posible dar con ella.

Al mismo orden de las Ciconiiformes pertenece la espátula común (Platalea leucorodia), especie migratoria que también se reproduce en la Península Ibérica. En nuestro país sus zonas de reproducción se encuentran en humedales andaluces (Marismas de Odiel y Doñana) y extremeños. En Madrid, hasta el momento no tenemos oportunidad de ver pollos de esta especie, aunque sí se la considera migratoria con paso escaso, algo más intenso en el paso pre-nupcial (el cual se extiende desde mediados de febrero hasta finales de junio). Durante los mismos hace descansos en los embalses situados al pie de sierra, en las lagunas del sureste madrileño y en diferentes ríos como el Jarama. Por suerte, he tenido la oportunidad de ver a un adulto con plumaje nupcial, primero el día 4 de junio de 2015 y posteriormente el día 11 del mismo mes, en las conocidas como lagunas de la Dehesa de Cobeña. Una especie que no me esperaba ver por aquí en ningún momento, y menos posada. Pero aquí estaba y ojalá podamos disfrutar de su presencia en más ocasiones.

Espátula común adulta con plumaje nupcial, en paso pre-nupcial

En cuanto a las rapaces diurnas vamos muy bien servidos en este espacio protegido: buitres, águilas, aguiluchos, milanos, ratoneros, cernícalos y halcones son habituales. Así, nos faltan especies que son más restringidas geográficamente.
Un caso especial es el del abejero europeo (Pernis apivorus), especie reproductora en la Península Ibérica, escogiendo bosques de diferentes sistemas montañosos como el cercano Sistema Central. A diferencia de especies que crían en la sierra y tienen como zona de campeo la ZEPA nº 139, durante los meses que el abejero europeo pasa en España me ha resultado imposible verlo, excepto en el paso migratorio postnupcial. Así, cuento con avistamientos de ejemplares aislados a finales de agosto y principios de septiembre, época en la que estas rapaces se dirigen hacia el sur para atravesar el estrecho de Gibraltar.

Abejero europeo.

Otra rapaz diurna de interés es el alimoche común (Neophron percnopterus), reproductora en diferentes partes de España y que se traslada al África Subsahariana durante el invierno, aunque en los últimos años se ha detectar la presencia de algunos individuos en nuestro país en esta época del año. En Madrid históricamente hubo unas pocas parejas reproductoras distribuidas en la sierra de Guadarrama y en los cortados yesíferos del río Jarama, pero no se constata la cría de esta especie desde el año 1988 por lo que se da por extinguida. En cambio, en el oeste de Guadalajara sí parece haber alguna pareja segura, una muy cercana al ámbito regional que nos ocupa.
Sea como sea, se considera que la mejor época para intentar localizar al alimoche es durante los pasos migratorios, sin descartar individuos no reproductores.
Volviendo al AOM, tenemos diferentes citas del alimoche común en la ZEPA nº139, como por ejemplo 2 ejemplares en Fresno de Torote el 8 de marzo de 2008, 1 adulto en Algete el 14 de marzo de 2004, 1 adulto en Camarma de Esteruelas el 28 de marzo de 1992, y 2 adulto en Talamanca de Jarama el 26 de febrero de 1998. Así, observamos que se concentran entre finales de febrero hasta finales de marzo, no teniendo ninguna en el paso post-nupcial. Además, me consta una cita que se sale un tanto de fechas, del 11 de mayo 2015, cuando Elena Baonza detectó un ejemplar subadulto en Valdepiélagos. Por último, cuento con sendas citas de juveniles a principios de julio (15 de julio de 2013 y 7 de julio de 2014), además de una cita de adulto en paso postnupcial el 21 de septiembre de 2013, y otro adulto el 28 de marzo de 2015.
Así que, tanto durante la dispersión juvenil como en los pasos migratorios recomiendo estar al tanto de cualquier silueta grande por si tenemos la suerte de observar a esta peculiar rapaz surcando nuestros cielos.

Pero sin lugar a dudas son los paseriformes los que nos sacan de nuestras casas, prismáticos en mano, durante determinados meses. No es exclusivo de las estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares, ya que también ocurre con mayor o menor intensidad en el resto de la Península Ibérica.
Este hecho es mucho más notorio durante el paso postnupcial, cuando coinciden en el tiempo y espacio un número elevado de ejemplares de mosquitero musical (Phylloscopus trochilus), papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca), papamoscas gris (Muscicapa striata), tarabilla norteña (Sexicola rubetra), collalba gris (Oenanthe oenanthe) (se supone reproductora en la zona, pero hasta ahora no lo he podido comprobar), colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus), curruca zarcera (Sylvia communis) y posiblemente curruca mosquitera (S. borin). Empezamos a tener las primeras noticias sobre ellos a finales de agosto y principios de septiembre, cuando vemos a los primeros mosquiteros musicales, papamoscas cerrojillos y especialmente currucas zarceras. A lo largo de las siguientes semanas el número de estas tres especies va en aumento e incluso hay días en los que se producen explosiones de las mismas, siendo posible encontrarlas prácticamente en cualquier lugar, excepto en el caso de la curruca zarcera, que como su propio nombre indica, es más fácil dar con ellas en zonas con zarzamoras.

Papamoscas cerrojillo en paso postnupcial.
Mosquitero musical en paso postnupcial.

A mediados de septiembre ya tenemos de forma casi constante a papamoscas gris, colirrojo real, collalba gris o tarabilla norteña, aunque dependiendo de la especie y hábitat las encontramos en menor o mayor número. Ya en octubre su número va descendiendo paulatinamente, aunque en el caso de la collalba gris se llegan a ver a finales de octubre.

Curruca zarcera en paso postnupcial.
Collalba gris en paso postnupcial (27-10-2013)

El paso prenupcial, al menos en esta zona, parece menos aparente, por lo que es necesario estar mucho más atento a todo pájaro que veamos. En todo caso no faltan especies como las collalbas grises y colirrojos reales, que llegan a finales de marzo o a principios de abril, como tampoco los papamoscas cerrojillos con su precioso plumaje, los papamoscas grises, los mosquitero musicales ni las tarabillas norteñas. A las 4 últimas especies las tenemos un poco más tarde, desde mediados de abril a principios de mayor. Así, vemos que tenemos un periodo de paso migratorio algo más corto, de apenas unas pocas semanas, y además con menor número de aves.

Tarabilla norteña en paso prenupcial.
Papamoscas gris en paso prenupcial.

No voy a decir que se les puede llegar a ver en cualquier sitio, pero casi. A la mayoría les gusta la zona de matorral, donde encuentran retamas, zarzamoras e incluso a la tarabilla norteña les gusta posarse sobre la flor seca de los cardos. Más específicamente, la curruca zarcera siente preferencia por las zarzamoras, mientras que el colirrojo real parece preferir aquellos lugares con zarzas y retamas. El resto de especie se observa en márgenes de camino con cierta vegetación, retamares, terrenos en barbecho, pequeñas arboledas o bosques de ribera.
Un caso especial es el de la collalba gris, la cual parece que tiene preferencia por los medios abiertos, bien sean pastos o bien cultivos.

Para terminan con los paseriformes me voy a detener con dos casos en principios, a los cuales los he visto de forma excepcional en el espacio protegido. Es el caso del pechiazul (Luscinia svecica) y del bisbita alpino (Anthus spinoletta). Ambas especies tienen un comportamiento similar, aunque con diferencias notables.
Así, el pechiazul tiene poblaciones reproductoras en el Sistema Central, Cordillera Cantábrica y Montes de León. Dentro del Sistema Central, que es la zona más cercana, eligen zonas con una altitud de unos 1.500 a 2.500 metros, con zonas de matorral (preferentemente piornales) con áreas de prados húmedos en la cercanía.

Pechiazul en paso prenupcial.

Por otro lado, el bisbita alpino tiene como áreas de reproducción el Sistema Central, la Cordillera Cantábrica y los Montes de Toledo, pero también los Pirineos y parte del Sistema Ibérico. En cambio, éste prefiere los pastizales alpino húmedos, con arroyos en la cercanía o turberas como zonas para reproducirse.

Bisbita alpino en paso prenupcial.

Tras la reproducción, ambas especies realizan movimientos, de mayor importancia en el pechiazul ya que es un migrador transahariano, aunque una pequeña parte de su población permanece en zonas húmedas del interior peninsular y en la costa mediterránea y atlántica (Huelva y Cádiz). El bisbita alpino prefiere hacer movimientos de corta distancia, desde las zonas de montaña hasta lugares húmedos en toda la península.
Así que no es extraño que a ambas especies las viera en lo más parecido que tenemos por aquí a un humedal. En realidad es un arroyo de pequeño tamaño, pero en el que se forman charcas aprovechadas por estos y otras muchas aves. Al pechiazul tuve la suerte de observarlo un 28 de marzo de 2014 y al bisbita alpino el 27 de febrero de 2015.

Como ya digo, por aquí no tenemos ningún humedal, ni siquiera una pequeña laguna endorreica como ocurre en otras partes similares de España, y por lo tanto, no disfrutamos del paso migratorio de anátidas, limícolas, ardeidas ni de otras especies asociadas a medios acuáticos.
Aunque hay algunas, unas pocas especies, que si me he podido encontrar por aquí, surcando nuestros cielos o descansando en algún arroyo. Este es el caso del ánsar común (Anser anser), cerceta carretona (Anas querquedula), del archibebe claro (Tringa nebularia), del andarríos grande (Tringa ochropus), del andarríos bastardo (Tringa glareola) y del chorlitejo chico (Charadrius dubius). 
De todas estas especies tengo pocos datos, por lo que no puedo establecer ningún patrón. Lo único que puedo indicar es que de una u otra forma pasan por aquí, ya que existen citas tanto en el AOM como propias. Así, por ejemplo del ánsar común he visto grupos grandes en las primeras semanas de febrero, y también existe una cita el 3 de febrero de 2002 en Valdetorres de Jarama, cuando observaron 42 ejemplares.
Otra cita que tengo de esta especie, y que me crea ciertas dudas, es el de 2 ejemplares en vuelo el día 16 de abril de 2015. Por lo tardío de las fechas pienso que es más probable que procedan de un escape a que sean dos animales silvestres en migración.
De la cerceta carretona tengo una única e inesperada cita, el día 5 de abril de 2015. Realmente no me esperaba encontrar a esta especie por la zona, pero 5 machos y 2 hembras decidieron parar en una pequeña charca para reponer fuerzas, junto a 2 andarríos grandes y 2 chorlitejos chicos.

3 machos de cerceta carretona, 1 hembra, y 1 andarríos grande.

El archibebe claro lo he visto en una única ocasión, el 2 de mayo de 2015. Cerca, aunque no dentro del espacio protegido, previamente ha sido vista en Valdetorres de Jarama (23 de abril de 2000 y 14 de agosto de 2001).
Al chorlitejo chico sí he tenido oportunidad de verle más, incluso en una ocasión 7 ejemplares que se encontraban junto a un andarríos grande. Sin embargo, es probable que no sólo lo veamos en migración, si no que también se reproduzca cerca de nuestros escasos cursos de agua. Hasta que no tenga la seguridad de su reproducción en el espacio protegido la seguiré considerando especie observable en paso migratorio.

Chorlitejo chico.

Del andarríos grande también tengo serias dudas, ya que según información oficial se podría tratar de un invernante, aunque con pocos individuos, y además en el atlas de aves reproductoras de España lo ponen como especie reproductora. En cualquier caso vi a un ejemplar durante gran parte de marzo, al final junto a otro. Además, también me encontré 2 individuos al anochecer de un día de agosto.

Andarríos grande.

También se ha dejado ver por aquí el andarríos bastardo, en una ocasión, el día 11 de junio de 2015. En la Comunidad de Madrid se la considera migrante escasa, y hasta ahora no tengo constancia de ninguna cita en la ZEPA nº 139, aunque cerca de aquí, en la laguna de Soto de Mozanaque (Algete) sí parece un migrante regular, existiendo unas pocas citas anuales.

Por último, por si fuera de interés, y con la esperanza de llegar a observarlos en algún momento por el entorno, os incluyo algunas especies que han sido citadas en el entorno, según el AOM:
  • Martinete común: en Talamanca de Jarama en agosto y en Daganzo de Arriba en septiembre. Además, me han indicado que vieron a otro ejemplar en Talamanca de Jarama.
  • Garza imperial: en Talamanca de Jarama en mayo, en Daganzo de Arriba en septiembre, 
  • Garcilla cangrejera: en Daganzo de Arriba en abril.
  • Polluela pintoja en Cobeña en marzo.
  • Águila pescadora: en Fresno de Torote en septiembre, en Daganzo de Arriba en marzo.
  • Fumarel común: en Talamanca de Jarama, en mayo.
  • Agachadiza común: en Daganzo de Arriba en marzo.
  • Correlimos común: en Talamanca de Jarama en abril.
  • Vuelvepiedras en Daganzo de Arriba en mayo.
  • Vencejo real: en Valdetorres de Jarama en mayo.
  • Carricerín común: en Daganzo de Arriba en abril de. 
  • Escribano hortelano: en Cobeña en septiembre y en Valdetorres de Jarama en marzo.


Desde luego, espero que estas no sean las únicas citas de especies en migración, de forma que espero tener viva esta entrada e ir actualizándola según vaya teniendo más datos. Y si alguien quiere colaborar incluyendo sus propias citas en la entrada, serán bienvenidas.


Modificaciones de la entrada original:
1. Inclusión de primera cita (personal) de cercetas carretonas: 5 machos y 2 hembras.
2. Inclusión de cita de dos ejemplares de ánsar común en vuelo: posible escape.
3. Inclusión de la cita de subadulto de alimoche, día 11 de mayo de 2015, por Elena Baonza. Ejemplar posado en un barbecho en el municipio de Valdepiélagos.
4. Inclusión de la primera cita (personal) de una espátula común con plumaje nupcial.
5. Inclusión de la primera cita (personal) de un andarríos bastardo.
6. Observación de numerosos ejemplares de curruca zarcera a finales de agosto (28/08/2015).




2 comentarios:

  1. Que entrada más currada!
    Ojalá yo fuese capaz de escribir entradas así, de verdad. Te ha quedado estupenda, y que buenas citas tienes.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias.
      También decirte que gracias a ti he podido incluir a una de las especies que aparece en esta entrada, je, je.

      Un saludo.

      Eliminar