martes, 1 de octubre de 2013

Avistamientos desde la ventana: se deja notar el paso post-nupcial.

 El paso post-nupcial que se nos avecinaba ya se empezaba a notar en agosto con algunos milanos negros o mosquitero musicales. Pero durante este mes de septiembre e inicios de octubre cuando una mayor cantidad de especies realizan sus movimientos migratorios, hasta que las grullas y otros invernantes ponen el broche final.
Desde mi propia casa, y más teniendo en cuenta que se encuentra en una zona de "secano", no es de esperar ver mucho movimiento de aves, pero sí se ver algunos signos de que algo grande está ocurriendo por toda la Península Ibérica.

Tórtola turca.

Y para empezar, comentar que aquellas especies que veía con cierta frecuencia desde casa en los meses estivales dejaron de aparecer, como es el caso de las oropéndolas, los cernícalos primillas y, sobre todo, los milanos negros y los vencejos comunes.
Otras aves asociadas al verano, como la golondrina común y el avión común se hacen menos numerosos, en especial en las horas centrales del día. No así al amanecer y al atardecer, que llegan a ser muy numerosos debido a la llegada de algún bando migratorio que decide parar en el pueblo para reponer fuerzas. Es con estos bandos cuando intento tener más cuidado, ya que tal vez algún avión zapador o alguna golondrina dáurica se encuentre infiltrada. Y así fue, en el caso de una golondrina dáurica, de cola larga y obispillo claro, que se encontraba con unas golondrinas comúnes.
Al igual que pasa con golondrinas y aviones, los abejarucos europeos eran muy numerosos todavía en las primeras semanas de septiembre, hasta que finalmente dejaron de aparecer el día 10 de este mes. Un día después, también vi a mi última águila calzada, o eso parecía hasta que justo el último día de septiembre apareción volando en línea recta y rápidamente un ejemplar de fase clara.

Águila calzada (fase oscura) junto a un bando de buitres leonados.

Continuando con las rapaces, puedo decir que este mes ha sido muy bueno en lo que se refiere a ellas. No me faltaron, tras mucho tiempo, las cuatro grandes: buitres leonados y buitres negros prácticamente a diario, con numerosos ejemplares de ambas especies en varias ocasiones.

Buitres leonados.
Buitre negro.

También, tras un mes de agosto sin ver a ninguna de las dos, aparecieron un águila real con plumaje juvenil, y un águila imperial ibérica adulta que pasó muy cerca de casa emitiendo su característico ladrido.

Águila real.
Águila imperial ibérica.

En la ZEPA, si los milanos negros se van indica que el grueso de la población invernante de milano real llega. Cada vez se hacen más frecuentes, e incluso ya se empeizan a ver pequeños grupos de ellos. Grupos en los que a veces también se encuentra el ratonero común (o busardo ratonero).
Parecido al ratonero común es el abejero europeo, tanto que tiendo a equivocarme al identificar a algún ratonero que veo por algún abejero europeo (y que gracias a Carlos Rossi veo que estaba equivocado). En la entrada de avistamientos desde la ventana del mes de agosto ya comenté a Alberto Benito que tenía la esperanza de observar a algún bando migratorio de estos últimos para engrosar mi lista de especies avistadas desde casa. No fue ni mucho menos un bando, pero sí un ejemplar aislado de abejero europeo el que me deleitó con su presencia, y que me confirmó Carlos por si acaso (gracias).

Abejero europeo.

Otras rapaces que han aparecido este mes han sido la culebrera europea (que también se marcha hacia África), el cernícalo vulgar y el aguilucho lagunero occidental (una hembra muy lejana y con muchas dudas).

Para terminar con las aves de mayor tamaño antes de empezar con los pajarillos, una de las cigüeñas blancas del pueblo aparece de vez en cuando en el nido que tienen sobre el campanario de la iglesia, y los bandos de cuervos son muy numerosos.

Cigüeña blanca.
 
De los pajarillos, sin lugar a dudas el más frecuente y numeroso durante el paseo ha sido el papamoscas cerrojillos. Han utilizado frecuentemente el parque y sus árboles como posaderos, ya que allí hay numerosos insectos voladores de los que alimentarse. El año pasado por estas fechas también vi al papamoscas gris y al colirrojo real en ese mismo lugar, pero este año muy a mi pesar, no ha podido ser.

Papamoscas cerrojillo.

Allí también repusieron fuerzas los mosquitero musicales que paraban para alimentarse sobre los tarays. Fueron numerosos únicamente durante las primeras semanas de septiembre.




Diferentes mosqutieros musicales.

Uno de ellos me puseo en serias dudas, ya que me parecía muy blanco. Tras varios días de ponerme pesado con Carlos Rossi y Alberto Benito (lo siento) y tras ponerme en contacto con el grupo local SEO-Monticola, conseguí salir de dudas. Gracias a todos.

Mosquitero musical.

Además, he visto a mis últimos jilgueros, probablemente hasta el mes de marzo o abril, cuando se adentren de nuevo en el pueblo. En cambio, el colirrojo tizón ha regresado tras dos meses ausente. Un macho de esta última especie no para de cantar y cambiar de un posadero a otro, tal vez también sufra el comportamiento conocido como falso celo.

Colirrojo tizón hembra o juvenil.
Colirrojo tizón macho.

El último paseriforme que he visto es el estornino pinto. Vi a varios individuos que me crearon dudas, llenos de pintas blancas por todo el cuerpo: ¿estorninos pintos o estorninos negros hembra con plumaje nuevo?  Finalmente conseguí fotografiar a un individuo que presenta el plumaje de transición de juvenil a primer invierno del estornino pinto.

Estornino pinto.

Dejo para el final la que para mí ha sido la mejor especie de este mes. Se trata de un ave no muy infrecuente, sobre todo en los pasos migratorios. Muchos aficionados a la ornitología lo saben y van a buscarlos a diferentes lugares. Personalmente, sólo lo había visto en una ocasión y no esperaba verlo nunca en este parque. Pero ahí que estaba, en lo alto de un muro descansando, con el pico hacia arriba. Sin lugar a dudas, aquello era un torcecuello euroasiático. Sólo me dio tiempo a mirarlo con los prismáticos antes de que se fuera, una pena.

Este mes ha finalizado con 30 especies avistadas (sumando las 9 más comunes), con tres novedades (abejero europeo, torcecuello euroasiático y golondrina dáúrica), lo cual hace que ya sean 70 las especies detectadas desde casa (69 avistadas más una escuchada).


P.D: comentar que el número de salidas al campo se ha intensificado en relación directa a la bajada de las temperaturas. Para mediados del mes de octubre espero que ya podáis disfruta de alguna entrada al respecto, donde seguramente no faltarán avutardas y sisones (entre otros).






4 comentarios:

  1. El repertorio está completísimo, engrosando no poco la lista.
    Ahora a disfrutar de la inminente invernada, que por allí está más interesante que por mi tierra, y a conseguir material guapo de esas especies típicas.

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    1. Gracias. Muchas rapaces como a ti te gusta...y tantos pajarillos como yo desearía.

      Deseando que lleguen ya las avefrías. En tu tierra no estará interesante, pero en tu destino de este año...te vas a cansar de tantos patos, je, je.

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  2. Genial que estén mejorando los avistamientos, tendrás ganas ya de que lleguen las grullas ;)
    Esperamos con ansias esas nuevas entradas!

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    1. Tengo muchas ganas de verlas pasar. Ya me han comentado que en Navarra han visto a un grupo y en Extremadura a una solitaria.
      Espero que pronto las tengáis.

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