lunes, 11 de marzo de 2013

Escribano palustre.

Nombre común: escribano palustre.
Nombre científico: Emberiza schoeniclus schoeniclus.
Estatus en la ZEPA nº 139: Invernante.




El escribano palustre (Emberiza schoeniclus) es, junto a las avefrías europeas y los milanos reales, una de las especies de aves que más y mejor animan nuestro campos durante los meses invernales, con sus movimientos y trinos. De estas tres especies, únicamente el escribano palustre es estrictamente invernante en la ZEPA nº 139, ya que se puede observar tanto a la avefría como el milano real en los meses más cálidos.



En España se diferencian dos poblaciones de escribanos palustres: las subespecies E. s. witherby y E. s. lusitanica son residentes y están catalogadas como "en peligro", mientras que E. s. schoeniclus es invernante y catalogada como "vulnerable". Es decir, tanto las que residen en la península como las que vienen a pasar el invierno por aquí están más o menos amenazadas y además en los últimos años el número de ejemplares a disminuido en ambos casos.

Dándose un baño en un charco de lluvia.
Una de las principales causas asociadas con la disminución de su población residente e invernante es la pérdida de hábitat (junto a la intensificación de los campos de cultivo). Su hábitat preferido se compone de junqueras, carrizales, eneares y formaciones similares, normalmente junto al agua. Sin embargo, durante el invierno ocupan también otros lugares, normalmente junto a campos de cultivo con eriales y linderos formados por las "malas hierbas".
Con esta preferencia para el hábitat era complicado imaginar su presencia en un medio de secano. Y aunque no se encuentre homogéneamente distribuido por la ZEPA nº 139, sí he podido ver ejemplares invernantes (E. s. schoeniclus) en varios puntos, no siempre asociados al agua. Estos lugares se encuentra en el límite entre Valdetorres del Jarama y Talamanca del Jarama (únicamente dos individuos junto a un arroyo) y otro núcleo más grande, de unos 20 ó 25 escribanos palustres en el centro del espacio protegido. Con esto quiero decir que no lo esperemos encontrar en cualquier lugar durante el invierno (y mucho menos durante el verano).



El grupo más numeroso de ellos se sitúa en una zona determinada donde crecen juncos y cañas, perfectos para poder descansar y esconderse de los depredadores. Eso sí, aunque se acumule el agua de las lluvias formando pequeños charcos, por lo demás es completamente seco. 

9 escribanos palustres juntos.
Lugar de preferencia para los escribanos paluestres durante el invierno.


El primer contacto que tuve con ellos fue a mediados de noviembre del 2012, la primera vez que iba por ese camino atraído por el posible avistamiento de un aguilucho lagunero occidental. Mi sorpresa fue ver a unos pajarillos, parecidos a unos gorriones a simple vista, pero de comportamiento diferente. Posiblemente llevaran aquí desde octubre.
Lo normal es que salgan del suelo, donde se encuentran comiendo las semillas de las plantas arvenses (malas hierbas), asustados al escuchar nuestros pasos. Ya en vuelo, seguramente lo que más nos llame la atención es el tono parduzco con cabeza oscura y rectrices externas blancas.
 
Pero no tardarán en posarse entre los juncos o entre las cañas. Cuando están escondidos lo más normal es ver un barbero oscuro, las auriculares también oscuras y un collar más claro.

Escribano palustre escondido.
Escribano palustre macho, ya se aprecia el collar blanco.

Por suerte, no tardan mucho en confiarse y salir a la luz. Es entonces cuando podremos observar mejor su bonito dibujo, contrastando el dorso pardo con bandas negras, y el vientre blanco estriado con líneas oscuras. En invierno, el macho presenta un barbero, zona auricular y píleo de un tono más claro que en invierno, destacando también una línea malar más o menos evidente. La hembra y los jóvenes son más discretos en cualquier caso.

Dorso de escribano palustre.
Parte ventral de escribano palustre.

Un pequeño truquillo para no confundir al escribano palustre con otras aves similares es fijarse en su pico de color gris, y sobre todo el collar ancho que se puede observar con cualquier plumaje y que contrasta mucho.



Aunque por aquí lo normal es verlos en plumaje invernal, ya hacia finales de enero y principios de febrero, el macho empieza a mostrarnos su plumaje nupcial, en el cual las partes oscuras de la cabeza se oscurecen, siendo prácticamente negras. Además, el barbero es mucho más evidente y el collar adquiere un color completamente blanco.

Casi con el plumaje nupcial.

Es una pena que cuando más bonitos están decidan marcharse a sus lugares de cía, en los países de Europa Central, e incluso más al norte y al este. Al menos, espremos que año a años sigan volviendo, pero para ello debemos respetarlos.




(Recomendable pinchar sobre las fotos para ampliar)


8 comentarios:

  1. Uno de los pocos pajarillos que tenemos desgraciadamente en situación delicada (estamos acostumbrados a que sean los enormes los que más sufren).
    En un toque muy chulo en tu zona, tanto allí como en la mía no tenemos un surtido grande de invernantes carismáticos, pero alguna cosita especial tenemos.

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    1. Antes parecían bastante más comunes, una pena que estén como están. Y sí, las campañas mediáticas por las aves más grandes son más intesas que por otras aves amenazadas de menor tamaño (cerceta pardilla, focha moruna, etc.).

      Este invierno, para mí han sido igual o más especiales los escribanos palustres que otras invernantes, hasta el punto de dedicarles la primer entrada específica a este pajarillo.

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  2. Pues fíjate que aquí, a pesar de ser invernante y reproductor, aun no he conseguido ver ninguno! Es uno de los pajarillos que más ganas tengo (y que la gente los vea en los lugares donde yo lo intento aviva la llama, grrrr).
    Aunque ya los he visto en otros blogs en ambientes de este tipo yo siempre los relaciono con grandes humedales y marismas, y no sé por que se me hace raro verlos en sitios tan esteparios.
    Salu2

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  3. Nunca dejarán de sorprendernos los pajarillos, y donde pensamos que seguramente estarán no están, y viceversa. Pero seguro que en algún momento lo ves en alguna de las zonas húmedas de Cantabria, todo es perseverar.
    Yo también lo asociaba más humedales y marismas, hasta que los vi por aquí y empecé a leer más sobre ellos.

    Saludos.

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  4. Otro invierno que me quedo sin verlos ni afotarlos 8(.
    Ya conocía parte de las fotos. Me gustan esas en especial.
    La entrada muy amena, he aprendido mucho sobre esta especie. Gracias!!
    Empieza la cuenta atrás.
    Un abrazo!!!

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    1. Para el invierno que viene espero que vuelvan al mismo lugar, y si es así, te puedo llevar.
      Las fotos que ya conocías son las mejores, de ahí que ya las conocieras. Es complicado sacarles fotos buenas sin hides ni cosas similares, pero tú ya sabes cómo son los pajarillos.
      Y me gusta eso de que incluso los aficionados a este mundillo aprendan con la entradas. No hay que dar las gracias por ello.

      Un saludo.

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  5. Pues sí que tienes material sí. Me gusta mucho que hagas mención al habitat de esta especie, intercalando fotos del paisaje. :)

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    1. Pues sí que tengo, aunque no me puedo quedar en casa tampoco, que al final se acaba.
      Para esta especie era casi imprescindible mencionar su hábitat para que se entendiera la entrada.

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